La cintura inverosímil de ella, mmmm, la S de su cuerpo, mmmm, las Oes de su cuerpo mmmm, la V de su cuerpo, mmmm……..

-Gustavo Sainz 
en La novela virtual
Piel tibia.

Invasión permitida
Nunca abolida

Cedemos territorios de piel
Cedemos a caricias y juegos de hiel

Penetrado
Perpetrado

Tan solitario y cansado
Derrumbado
En cálidos brazos
Atado

En piel tibia

Cedemos territorios
Perdemos ríos

Delirios de grandeza

Fríos. 

-MARIUS VON CHESHIRE


Y dado que la entrada más popular del blog es la que habla del sexo, era necesaria una segunda parte, después de todo, el sexo vende.

Lugares donde tener sexo y no morir intentándolo.

Sexo sobre la mesa(o debajo de ella).

Ya sea la mesa de tu casa o la de un hotel, el recostar a tu pareja sobre ella y aprovechar la superficie es muy solicitado, lo primordial es conseguir una mesa que se a resistente, que sus patas resistan todo, y que no rechinen estas, para evitar problemas con los vecinos.
Igualmente importante encontrar una mesa a la altura de la pareja, para evitar momentos incómodos.

Ahora que si deseas  hacerlo bajo la mesa.

Por lo regular esto es cuando la pareja se encuentra en un lugar publico (restaurante, comida familiar, fiesta de salón), esto es muy riesgoso, ya que cualquier persona podría ver pasar a la pareja debajo de la mesa, se necesitan manteles largos, para evitar que se vea la acción debajo de la mesa, también se necesita ser sumamente callado, ambas partes de la pareja.
Si cumplen estos requisitos y buscan aventura, adelante.


Sexo por el ambiente.

Recordando la noticia que encontré hace unos días, donde una pareja se metió a una iglesia a tener sexo frente a todos los feligreses, en el pulpito (si es que así se llama), todo para atraer la atención a su grupo ecologista de sexo para salvar el planeta.

Si, esa es la idea, tener sexo para salvar las selvas y los bosques del mundo, y creo que es una buena idea, ya que si todo el mundo estuviera satisfecho sexualmente, las guerras y todos los males del mundo desaparecerían.





Sexo en un carro en movimiento.


Según las palabras de una amiga, cuidado con los topes.

El practicar sexo oral a la pareja cuando esta ba manejando es sumamente peligroso, no es para nada recomendable, ya que vidas ajenas y propias pueden estar en peligro.

Pero si consiguen a un chofer privado y confiable, una pareja puede tener sexo en el asiento trasero de un automóvil, ya sea en movimiento o parado.

El hacerlo mientras esta en movimiento implica tener probablemente público pasando a lado, además del espacio reducido del auto, toda una proeza si tiene un nivel alto de flexibilidad.



Sexo casual y sin compromiso.

No es tu pareja, tal vez sea un desconocido o un compañer@ de trabajo, lo único que importa es que te gustaría pasar una noche con el/ella.

Pasar un buen momento juntos después de semanas de flirteo y charlas alegres.

Lo principal es la discreción y el placer, ya que si ambos disfrutan del momento, tal vez puedan repetirlo.

-MARIUS VON CHESHIRE





Día 39

NUEVOS AMIGOS.

20 de marzo de 2014

Encontré una pequeña tienda de comestibles, los suministros durarían unos pocos días, y gracias a un giro de suerte, en los al rededores no había tantos sonámbulos.

Había una tienda comercial más grande a tan solo unas cuantas calles de distancia, tendría tiendas de ropa y de armas, herramientas y zapatos, todo lo que en este momento necesitaba.

Pero eso representaba un riesgo mayor al beneficio.

El lugar era un lugar publico, tal vez en los primeros ataques la gente se refugio en el, y en estos momentos, esa gente ya no era gente normal.

Y a pesar de todo lo que había pasado, no tenia en mente morir, no aun.

No después de sobrevivir tanto tiempo, no después de ver morir  amigos, buenos amigos; no después de presenciar la muerte de toda mi familia, después de verlos morir y levantarse nuevamente.

Ver a mi madre alimentarse de mi padre.
Ver a mi padre atacarme.

No después de eso.

No hoy ni tampoco mañana.

Y al parecer yo no era la única con eso en mente.

Golpes en la puerta; pero no golpes de sonámbulo, no eran golpes al azar, golpes de desesperación, estos eran golpes consientes, lentos y con un fin; saber si alguien estaba con vida.

Tome mi arma, solo contaba con dos balas útiles, asi que tome un tubo de fierro y me dirigí a la puerta.

Una voz, femenina, sutil.

-puedo ver la luz, déjame entrar.



-Casandra Pleasance Liddell 


Día 36

SOLA.

17 de marzo de 2014

Todo sucedió rápido; tan rápido, como siempre suele suceder.

Los gritos se oyeron primero, los disparos después, salí de la tina, húmeda y desnuda, sin tiempo de buscar mi arma o mi ropa; los golpes en la puerta sonaban con intensidad, no era solo una creatura, eran varias.

Tenia que actuar rápido.

La tina estaba llena de agua, el calentador eléctrico me serviría de arma, lo arroje a la tina y lo conecte a la corriente, ahora solo debía arrojar a las creaturas ahí.

Derribaron la puerta, eran dos, un hombre y una mujer; o por lo menos lo fueron.
Entraron rápidamente, torpemente, como suelen actuar, los golpee en las piernas, a ambos, perdieron el balance y pude arrojarlos a la tina; la electricidad los detuvo, ambos retorciéndose en el agua, su piel quemándose al contacto de la electricidad, pero no murieron.

Salí del cuarto de baño, abajo se escuchaba la pelea, los disparos, los gritos.

Sangre, sangre de los sonámbulos, sangre negra, podrida.

 Sangre fresca

Y lo primero que encontré fue a Matías, o por lo menos lo que dejaron de el, no tubo oportunidad de pelear, lo atacaron por la espalda, o eso pensé, a que el era un gran peleador.

Disparos en la cocina.

Ernest acababa con los últimos sonámbulos, había regados por el piso al menos 15, el como lograron entrar seria un desperdicio de tiempo, Ernest estaba en el suelo, sangraba.

-me mordieron.

Ernest me miro de la única forma posible, el acababa de pronunciar las palabras que todos nosotros temíamos escuchar.

Y yo solo pude responder de la única forma en que podía.

Tome su arma, apunte a su cabeza, y dije adiós.


 No supe nada de   Héctor, no se si murió escapo.

Deje la casa lo más pronto que pude, me puse la primera ropa que encontré, recogí un par de armas y comida, y salí de ese lugar.

Salí y no mire atrás.




-Casandra Pleasance Liddell 







EL VIENTO EN MIS MANOS SE DILUYE,
ASÍ COMO LA RISA EN TUS LABIOS...

EN POCOS PASOS EN VIAJERO DESCUBRE
QUE NO HAY CAMINO CORRECTO
NI ANDAR LENTO.

ASÍ FUE COMO YO DESCUBRÍ
EL TEMOR ADENTRO.

TAN DENTRO DE MI COMO YO DE TI.

COMO TU DE EL Y EL DE ELLA.

Y ELLA SIN NADA.


-MARIUS VON CHESHIRE


村上 春樹

Escritor.

Nacido en Kioto el 12 de enero de 1949.


Escritor japonés, empero, un narrador sin nacionalidad al momento de tomar uno de sus libros y comenzar a descubrir sus letras.

Como todo japonés nacido y criado en ese país, posee los gustos de esa nacionalidad, su comida, sus costumbres; pero también sabe disfrutar de los placeres que le brindan los países extranjeros.

Fanático de series de televisión como Lost, lector ávido de clásicos y escritores contemporáneos, desde Stephen King hasta Dostoievski, definiéndose a si mismo como una esponja, absorbiendo la literatura y cultura pop.

Amante de la música en general, poseedor de un bar de jazz que funciono de  1974 a 1982, gusta de usar nombres de canciones para sus títulos y de nombrar a distintos músicos dentro de sus historias.


Creador de mundos oníricos, combinando la ficción con lo real y trasportando a sus personajes a situaciones extremas, guiados por su soledad y su búsqueda de amor.
Un amor a costa de todo y de todos.
Una soledad que rivaliza en poder con todas las sensaciones humanas.
Tonadas musicales en cada esquina.

Todo eso y más podemos encontrar en Haruki murakami.

Amor, sexo, locura y soledad.


Sus obras son:


La caza del carnero salvaje (1982) 
El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas (1985) 
Tokio Blues (1987) 
Al sur de la frontera, al oeste del sol (1992) 
Crónica del pájaro que da cuerda al mundo (1995) 
Sputnik Mi Amor (1999) 
Kafka en la Orilla (2002) 
After Dark (2004) 
Sauce ciego, mujer dormida (2005) 
De Que Hablo Cuando Hablo De Correr (2007) 
1Q84 (2009) 


-MARIUS VON CHESHIRE 



Día 34

Baño caliente.

15 de marzo de 2014



Por alguna extraña razón, desde hace 34 días, las noches son mas cortas, espero que el sarcasmo se notara; solo pude dormir cuatro horas, desperté a las 7:40 am, el sol aun no estaba dispuesto a salir, era demasiado temprano, la luna aun tenia oportunidad de reinar unos cuantos minutos mas.

La entrada principal estaba rodeada por algunos de “ellos”, aun no estoy segura de como llamarlos, a pesar de todo lo sucedido.
¿Zombies?
Golpeaban la verja de metal, una y otra vez, causando un molesto chirrido, un irritante sonido, pero al menos de esa forma podíamos estar alerta.

Saber que “ellos” están ahí.
Causando ruido, en lugar de desplazarse sigilosamente.

El día seria largo, había que revisar la casa, asegurarnos que fuera segura; después teníamos que organizar las provisiones, comida, agua y munición; y por último, deseaba más que nada un baño caliente.

Matías revisaría el piso superior, Ernest el jardín, y como siempre, Héctor se aseguraría de preparar una comida decente.
Yo, por mi parte, me aseguraría de conseguir un poco de agua caliente, lo suficiente para un buen baño.

Cheque el piso inferior de la casa, revise los baños y debido a mi  mala suerte, la casa no tenia gas.

Pero por suerte, tenia aun electricidad, proporcionada por una pequeña fuente de poder, si mis clases de electricidad caseras sirvieron de algo, fue en este momento.
Ingenie un pedazo de alambre y un enchufe para realizar un calentador de agua eléctrico.

Lo único que tenía que hacer ahora era esperar, el agua tardaría escasos 15 minutos en calentarse, la bañera estaba lista para usarse, solo unos minutos.


Desde que todo esto comenzó, el aseo personal se convirtió en un asunto secundario, el baño ya no era un asunto de todos los días, más aun si el bañarte te ponía en peligro.

Estar encerrado en una pequeña habitación, con los ojos cerrados por el shampoo, desnudo totalmente, dejando tu cuerpo expuesto a un ataque directo, un rasguño o una mordida.
El baño normal ya no era una opción.

Debido a eso, tuve que tomar una gran decisión.

Mi largo cabello.
De color rubio.

Lo tuve que cortar.

No podía permitirme tener el cabello largo, lo corte tan corto como pude, y es por eso que siempre tenia a la mano un par de tijeras.

Dejar mi cabello largo seria una gran trampa mortal, sin mencionar la suciedad.
Cualquier criatura podría sujetarme por el cabello y asesinarme.

Mi hermoso cabello, en este nuevo mundo, no era nada más que una trampa mortal.



El agua estaría en unos momentos, dejare de lado el diario y gozare un poco del agua caliente, tal vez pueda dormir un poco, relajarme  y rezar por que las pesadillas no me molesten….

Pero eso era pedir demasiado.

Los primeros ataques fueron devastadores, horripilantes, verlos por televisión era una cosa, las televisoras editaban muy poco las imágenes, las personas tenían derecho a ver lo que sucedía; pero ver los ataques en tu comunidad era simplemente horroroso.

Aun recuerdo el rostro de la primer victima que vi, una niña de tan solo 11 años, vecina mía; ver cómo era destrozada por esas criaturas fue espantoso, verla a los ojos mientras le mordían y rasgaban su pequeña piel.

No pude hacer nada para salvarla.

Los ataques fueron incrementando, y el número de creaturas iba en aumento.

Y rápidamente llegaron por mí; tuve que dejar de lado toda mi humanidad, tuve que tomar lo primero que encontrara y exterminarlos, destruir su carne al igual que ellos lo hacían con nosotros.

Tuve que dejar de lado todas mis lágrimas y gritos.

Tuve que hace lo que nadie mas hacia.

Sobrevivir.







-Casandra Pleasance Liddell