Tenía al menos 4 mordidas y múltiples heridas de rasguños y golpes por todo el rostro y manos.

Cada una de esas heridas era una sentencia de muerte por sí sola.

No había mucho tiempo.

Pensar en otro tipo de final sería una tontería, soñar con que el mundo regresaría a lo que era antes, soñar con un final feliz.

Eso no existe.

Ahora solo existe un camino, una forma de terminar, una sola opción.

La fiebre subía cada vez más, claramente estaba en la primera fase de la infección.
Los delirios eran frecuentes.
Hablando entre sueños.
Gritando entre pesadillas.

El siguiente paso era evidente.

No era posible una despedida.
No era posible un último adiós.

Casandra moriría.

Los ataques eran más frecuentes y más salvajes, Casandra había perdido totalmente la conciencia, los vómitos empeoraron.

Ahora era solo un cascaron.

Debía de hacerlo.
Ella así lo hubiera querido.

No podía permitir que se convirtiera en una creatura mas.

Lluvia pasaba los días fuera del camión, ella entendía muy bien la situación, no puedo imaginar qué clase de historia tendría que contar.

No podía retrasarlo más.

Le dije adiós una última vez.

Tome mi espada y la introduje en su pecho, la piel era suave, la hundí asta su corazón.

Un último par de latidos.

Casandra murió.

Pero no permanecería mucho tiempo así.
Debía cortar su cabeza.
Al final enterraría su cuerpo.
No podía quemarla, no teníamos combustible suficiente.

Casandra murió.
Yo la mate.

Encontré su diario.
Sus ideas.
Sus últimos pensamientos.

Decidí escribir un último capítulo.
Después lo quemaría.

Esto lo escribo para desahogarme.

Encendí un pequeño fuego en un bote de metal.

Estas serán mis últimas líneas.
Adiós Casandra.

Me hubiera gustado un final diferente para ti.
Para mí.

Para todos.

Lluvia esta a mi lado.

No la apartare de mi lado.

Memorias de alguien.

Hechas cenizas.

....

Su suave mano tomo la mía.
impidiéndome quemar el diario.

Reclamándolo como suyo.

Ahora es el diario de lluvia.


-kimira.

Día de muertos.

Cap. 16

Día ¿?


ADIOS.



Tomamos los caminos ocultos, a pesar de que la mayoría se encontraba obstruida por escombros, no nos atrevimos a tomar riesgos viajando por calles despejadas, donde fácilmente seriamos vistos u oídos por los infectados.

Para nuestra sorpresa, las calles estaban despejadas, el encontrar una gasolinera cercana no fue fácil, ninguno de nosotros conocía la ciudad, tuvimos que buscar señalamientos e incluso tratar de extraer gasolina de los carros destruidos.

Esa idea no fue muy exitosa.

Tardamos cerca de 40 minutos en encontrar una gasolinera, llevábamos dos recipientes para la gasolina, pero era necesario buscar más recipientes en el lugar, deberíamos llevar toda la gasolina posible.

Nos dividimos, no era de las mejores ideas, pero era preciso encontrar contenedores pronto, no me preocupaban mucho ellos, estábamos cerca, si sucedía algo podríamos auxiliarnos fácilmente.

Entre en la tienda de autoservicio de la gasolinera, Kimira fue a buscar en las casas cercanas y Andrés inspecciono los autos aparcados y camionetas.

El olor a muerte era insoportable, por todo el lugar se podía apreciar trozos de carne humana, sangre coagulada y huesos roídos.

Todo un espectáculo.

No pude encontrar ningún contenedor, todo lo que había era muerte y putrefacción.

Salí a esperar a los demás, Andrés no tardo en llegar, para nuestra suerte encontró 3 contenedores grandes, los cuales llenamos mientras Kimira volvía, si tardaba unos 10 minutos más iríamos a buscarla.
Andrés se colgó dos contenedores en la espalda y el pecho, esto lo limitaría un poco en cuanto al movimiento, pero nosotras nos encargaríamos de cubrirlo.

Escuchamos pasos, pisadas apresuradas, tal vez Kimira había visto infectados y era momento de irnos.

Llego corriendo, su aliento agitado y su cuerpo hecho un desastre, claramente estaba a punto de caer rendida.

Tal vez estaba a punto de morir de cansancio.

Una pequeña niña.

Tenía la cara sucia, llena de sangre y lodo, suciedad y heridas.

Su cara de terror no auguraba buenas noticias.

Era perseguida.

Y no solo era uno, eran decenas de infectados.
El primero llego justo después de ella, a su espalda, Andrés no lo pensó dos veces, disparo directo a la cabeza del infectado.

El disparo resonó por toda la ciudad, un sonido desgarrador, como campanas funerarias.

Kimira rápidamente llego a nuestro alcance, tome a la pequeña niña en mis brazos y echamos a correr, los infectados que venían tras la niña llegaron rápidamente a nuestra posición, no podíamos detenernos a exterminarlos.

Debíamos ser rápidos para sobrevivir.

Estábamos a casi una hora de distancia del camión.

No eran buenas noticias.

Ahora los infectados salían de todas partes, todos querían un poco de nosotros, antes de que no hubiera nada.

Ya no solo nos perseguían de detrás, salían de las calles de izquierda y derecha, de frente a nosotros, Kimira se hacía cargo de todos ellos.

La niña se sujetaba tan fuerte a mis hombros que casi me asfixiaba, pero esto me daba total libertad para golpear a los infectados con el bat.

Andrés ahorraba las balas, golpeaba con los puños a todos los infectados que se acercaran demasiado.

Pero el camino aun era largo.

No lograríamos salir con vida de aquí.

Nosotros ya estábamos sin aliento.

Andrés se quedo detrás.

Fue atrapado por 3 de esas creaturas, lo habían tirado al piso.
Si no hacia algo lo matarían.

Grite con todas mis fuerzas, le grite a Kimira, solté a la niña de mis brazos y me abalance a ayudar a Andrés.

Destroce el cráneo de uno de los infectados, golpee el torso del que se encontraba sobre Andrés, y de una patada derribe al tercero.

Andrés me miro a los ojos.

Tenía esa mirada.

Era demasiado tarde.

Desprendió uno de los contenedores de gasolina y me lo arrojo, sus últimas palabras fueron: adiós.

Destapo el contenedor y lo esparció por toda la calle.

No volvió a verme a los ojos.

Tomo su encendedor y un muro de fuego nos separo.

Mas infectados salieron de todas partes, me atacaron, los golpee con todas mis fuerzas, con todo mi coraje y odio.

Tal vez era momento de que todos muriéramos.

El dolor ya no era soportable.

Pero Kimira no lo permitiría.

Me tiraron al suelo, eran demasiados.

Pero eso no la detuvo, los extermino rápidamente, me puso de pie y me jalo, ella no me abandonaría ahí.

Logramos llegar al camión a salvo.

Kimira la niña y yo.

Ellas continuarían el viaje sin mí.

Kimira cuidaría bien de la niña y la niña cuidaría bien de Kimira.

El nombre de la niña era lluvia.

Ellas estarían bien.

Yo no.

Yo no diría unas últimas palabras.

Yo no diría adiós…….



-Casandra Pleasance Liddell

H.P.Lovecraft
Astrophobos


En los cielos nocturnos brillando,
Sobre abismos lejanos y etéreos,
Anhelante un día acechaba
Una seductora, luminosa estrella;
Cada atardecer surgía en el cielo
Brillando en el Carro Ártico.

Místicas bellezas se fundían
En sus brillantes, dorados rayos;
Gozosas quimeras descendían
Con mezclas y olores a mirra,
Y unos sones de liras extendían
Dulces y suaves melodías.

Allí, pensé, imperaba el placer,
La libertad y la armonía;
A cada momento nacía un tesoro
Envuelto en flores de loto,
Y un líquido sonido salía
Del laúd de Israfel.

Allí, me dije, existían
Mundos de increíble felicidad,
Donde la inocencia y la paz
Coronaban el trono de la virtud;
Hombres de luces, sus pensamientos
Más puros y limpios que los nuestros.

Y entonces sentí pavor, pues la visión
Se tornó delirante y roja;
La esperanza se enmascaró de burla,
La belleza se cambió en fealdad;
Una algarabía de músicas chocaron,
Signos espectrales se entremezclaron.

Con delirantes colores ardió la estrella
Que antaño vislumbré tan bella;
Todo era triste, ya no había felicidad,
y en mis ojos destelló la verdad;
Un pandemonio salvaje desfiló
Ante mi enfebrecida visión.

Ahora conocía la diabólica fábula
Que portaba aquel dorado esplendor,
Ahora evitaba la tétrica luz
Que antaño admiré con fervor;
Y un miedo espantoso y mortal
¡Ha apresado mi alma por siempre jamás!

Nov. 21, 1917




 Megaupload es cerrado.

Cerca de las 2 de la tarde, la más grande pagina de resguardo de archivos en línea fue clausurada por el FBI.
Acusada de ser parte de una red multinacional de piratería y alojar a múltiples hackers, el gobierno estadunidense ordeno el cierre de la pagina.

Si esto le sucedió a la más grande pagina de compartición de archivos, que se podrá esperar de las menores, paginas como, mediafire, rapidshare, 4shared, etc.

¿Caerán igualmente que megaupload?

No todo lo que brindaba mu era piratería, muchos de sus usuarios respaldaban su información en mu, trabajos personales y sin infringir ninguna ley.

Pero ahora todo eso se perdió, sin compensar a los usuarios por la pérdida de su información.

La ley se hiso valer.

Es el primer paso dentro de un control masivo de la red.

Muy pronto el internet perderá la libertad de la que tanto gozábamos.

Tan parecido a una historia de ficción, sin embargo, esta es la realidad.

Pero esta acción no paso desapercibida, cientos de hacker hicieron valer su poder, solo nos queda esperar a lo siguiente, quien ganara en esta pelea, donde lo único que le importa a las multinacionales es el dinero.

No la música, no el arte, no el deseo de que un artista sea conocido en todo el mundo.

Solo dinero.

-MARIUS VON CHESHIRE

Cap. 15

Suicidio 

Día ¿?



Desperté en el suelo del camión, estaba sucia y adolorida, cada parte de mi cuerpo se encontraba entumecida, el murmullo del motor me despertó, estaba oscuro y no sabía que había sucedido ni como llegue al camión.

Me puse en pie como pude, el camión no se movía bruscamente, supuse que viajábamos en una carretera pavimentada, tal vez a algún lugar seguro.

Si tal cosa era posible.

Ella vino hacia mí.

Kimira.

Me alegro tanto verla con vida.
Al parecer apenas estaba lastimada, tenía unos ligeros moretones en todo el cuerpo, pero nada de peligro, si alguien saldría vivo de todo peligro, esa seria Kimira.

Me conto todo.
Como fueron atacados en el pueblo y como solo ella y Andrés salieron con vida, Germán murió en manos de los infectados, no sin antes destrozar a varios de ellos, murió por culpa del bastardo de Héctor.

Andrés y ella fueron a buscarnos.

Solo me encontraron a mí, perdida en el bosque y delirando.

Les conté del final de Samantha.
Y del final que le brinde a Héctor.

Nos dirigíamos a alguna ciudad, necesitábamos provisiones, todo lo perdimos en el pueblo, todo lo dejamos detrás, necesitábamos un nuevo comienzo.

Me entristece no haber podido enterrar a nuestros amigos.


La gasolina se agoto a tan solo unos kilómetros de una ciudad, seguramente encontraríamos gasolina ahí, también comida y algunos analgésicos que nos harían los días mejores.

También habría infectados.
Cientos de ellos.

Yo no me encontraba en la mejor forma física, ninguno de nosotros lo estábamos.

No contábamos con muchas armas ni mucho menos con munición suficiente.

Esto sería un suicidio.

Esto era algo que tenía que hacerse.

Nos preparamos lo mejor que pudimos, sería una caminata de unos cuantos minutos, una vez en la ciudad tendríamos que ser precavidos, recorrer todas las esquinas con cuidado y buscar cualquier presencia de infectados en la zona.

Tome un bat de madera, Andrés llevaba dos pistolas automáticas de 9 mm, Kimira como era de esperarse, llevaba solo su espada.

Necesitábamos la gasolina y las provisiones.

Necesitábamos despertar de la pesadilla.

Pero eso nunca sucedería.



-Casandra Pleasance Liddell




Grab your books and look
Grab the gun and shoot
Put your boots on
It’s time to move on

Grab paper and marker
Start to write
Let them hear your name
Shout all the way

Take the words out
Shake the world down
Just make a new one
A better one

Scream one more time
It’s your only chance
To make them understand
This is your play

Grab your heart
And bleed it out

-MARIUS VON CHESHIRE